lunes, 8 de febrero de 2010
Renovado optimismo entre editores de libros frente a la revolución digital
Los editores de libros de Estados Unidos, resignados durante años a que sus títulos se vendieran a menor precio en formato digital, sonríen de nuevo con la proliferación de las tabletas informáticas, con las que aspiran a imponer sus condiciones.
La aparición de una gran cantidad de rivales del Kindle de Amazon, líder del mercado del libro electrónico, da nuevas esperanzas a las editoriales, que celebran la llegada del iPad, la tableta de Apple, un completo e-reader de libros, periódicos y revistas.
"Estamos en un momento feliz, no sólo con Apple, sino también con el 'Nook', de Barnes & Noble, y los otros 23 dispositivos electrónicos de lectura lanzados, y con los 'Google Books', que parecen estar a la vuelta de la esquina", dijo una fuente de la industria editorial.
Aunque el iPad no estará disponible para los consumidores hasta finales de marzo, Apple está sacudiendo el mercado del libro digital, como lo hizo con la industria de la música al lanzar el iPod y la tienda de música online iTunes.
Al presentar la iPad, el director ejecutivo de Apple, Steve Jobs, anunció acuerdos con cinco grandes editoriales y un trato que permite a los editores fijar precios más altos, mientras Apple se conforma con una reducción de l 30%.
Este nuevo modelo supone un cambio en la forma en que Amazon ha negociado hasta ahora con las editoriales. Desde el lanzamiento del Kindle, hace dos años, Amazon ha vendido versiones digitales de libros de tapa dura y best-sellers a 9,99 dólares, una iniciativa dirigida fundamentalmente a impulsar las ventas del lector electrónico del gigante minorista. Las editoriales se oponían por considerar el precio demasiado bajo, pero no estaban en posición de discutir mientras Amazon no tuviera competencia.
Pocos días después de la salida al mercado del iPad, Macmillan informó a Amazon de que quería cobrar 12,99 y 14,99 dólares por versiones electrónicas de la mayoría de los libros nuevos de tapa dura y de los best-sellers. Macmillan dijo que le daría a Amazon una reducción del 30%, al igual que con Apple.
Amazon protestó, y retiró temporalmente títulos de Macmillan, tanto impresos como electrónicos, de su librería en línea, pero terminó cediendo. Otra gran editorial, Hachette Book Group, rápidamente imitó a Macmillan.
"Es importante destacar que no elegimos (cambiar el modelo de fijación de precios) para ganar más dinero en títulos digitales: de hecho ganamos menos en cada venta de libros digitales", dijo el director general de Hachette, David Young, en una carta reciente a los agentes literarios. "Estamos dispuestos a recaudar menos en las ventas de libros electrónicos a cambio del control sobre el valor de nuestros productos", añadió.
El problema, señaló el analista Allen Weiner de la consultora Gartner, es que ahora que los lectores, acostumbrados a pagar 9,99 dólares de media por un libro digital, no estarán dispuestos a pagar un aumento súbito del 20%. "El daño causado por Amazon puede ser irreparable" y los editores podrían verse obligados a bajar sus precios, estimó.
Muchos editores apuestan por la capacidad de Apple para convencer a los consumidores y esperan la aparición del proyecto 'Google Edition', cuyo objetivo es digitalizar todos los títulos. Aunque este proyecto sufrió otro revés el jueves pasado, con la oposición del Departamento de Justicia estadounidense a la versión más reciente de las condiciones del gigante de internet para proteger los derechos de autores y editores, las editoriales confían en que será exitoso. "En general todos somos muy favorables" a 'Google Edition', afirmó una fuente del sector. "Ellos podrán ayudar a otros distribuidores que de otro modo no tendrían los medios" para acceder a la distribución digital, aseguró otra fuente.
AFP
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